LA RUTA DE LOS QUINTOS.
JIMENA DE LA FRONTERA - ALCALA DE LOS GAZULES
Deportes: Un paseo de 35 kilómetros
El club de senderismo Camino y Jara realizó la ruta entre Jimena y Patriste en Alcalá de los Gazules
TEXTO Y FOTOS: PALOMA SAINZ
DICE el dicho que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero sí podemos ver amanecer, y aprovechar el día. Así lo decidieron los miembros del club de senderismo Camino y Jara, cuyo autobús arrancaba motores hacia su última travesía a la misma hora que el sol comenzaba a salir. Una hora más tarde se iniciaba una aventura que les llevaría a recorrer unos 35 kilómetros (desde Jimena hasta Patriste, en Alcalá de los Gazules), a través del Parque Natural de los Alcornocales, que en sus más de 140.000 hectáreas de extensión alberga algunos de los bosques mediterráneos más extensos y mejor conservados. Lo hacían desde la avenida de los Deportes de la localidad campogibraltareña y en compañía de cinco compañeros del Club de Montaña de Chiclana.
Por la Posada de Alcalá cruzaron el Hozgarganta, (último río virgen de Andalucía), y que en las épocas de lluvia sorprende su caudal por sus crecidas. Un sendero bien marcado muestra los restos del canal de la Real Fábrica de Artillería, más conocido por los lugareños como el Cao y que tenía la finalidad de conducir el agua hacia los Altos Hornos de la Fundición, cuyos restos también se pueden observar a orillas del río.
Continuando el sendero pasamos por la fuente del Regüe, muy popular entre los jimenatos. Excelentes vistas A lo largo del itinerario se pueden ver varios molinos, como el de San Francisco o el de Patriste, que se encuentran al final del itinerario.
Siguiendo el arroyo del Cañuelo, el grupo se internó en el bosque donde se encontró con varios cortijos, lugares idóneo para hacer una primera parada en la que reponer fuerzas con un buen desayuno para continuar la marcha.
Saliendo del Cortijo de Las Viñas se llegó a los altos de las Lomas de Cámara, nombre que reciben por ser especialmente frías en invierno, en alusión a las cámaras frigoríficas.
Un poco más adelante la expedición hizo un alto en el Cortijo de Los Gavilanes. Este lugar, que forma parte de los montes públicos de Andalucía, se presenta ideal para parar a comer bajo la sombra de sus árboles retomando posteriormente el camino, por una pequeña cancela que da paso al carril de la finca de Arnao.
Siguiendo el curso del arroyo del Alberite se puede disfrutar de la bella estampa,que ofrece el homogéneo bosque de alcornocales y quejigos sobre el canuto de Alberite. A lo largo del trayecto, además de estos árboles autóctonos, también se pueden encontrar algarrobos centenarios, amplias extensiones de helechos, e incluso respirar la fragancia de una hierba tan particular como el poleo.
En el seno de esta garganta se forma un microclima muy particular, caracterizado por una elevada humedad. En esta época se pueden encontrar, además, con alguna que otra joya de la naturaleza como el rododendro que a mitad de camino sorprendió al grupo de montañeros.
Dos son las fuentes se encuentran en este itinenario.
La primera se caracteriza por su agua herrumbrosa.
A diez kilómetros de ésta existe otra, conocida con el nombre los Quintos, ya que antiguamente los militares se avituallaban allí cuando partían de Jimena hacia Cádiz para tallarse, itinerario que les llevaba dos días.
La diversidad de la fauna que frecuenta este lugar, difícil de ver por la frondosidad de la vegetación, es tan abundante como su flora, pero si acompaña la suerte podremos observar la carrera de algún ejemplar de corzo ó ciervo entre el matorral.
Si el senderista dirige su mirada hacia la sierra del Aljibe, en la cresta del pico del Montero conocido por albergar un radar militar, adivinaremos la situación de 'Las Buitreras' cobijo de las aves que le dan nombre.
En esta sierra, que está situada en la zona norte del parque, se encuentran las cumbres más altas, con un máximo de 1.092 metros. Es el pico del Aljibe, que da nombre a toda la sierra.
Antes de terminar la ruta se pasó por el desfiladero de Los Bandoleros, conocido por ese nombre en honor a la leyenda que cuenta que, en la época de bandoleros, aprovechaban la encrucijada para hacer su fortuna, ya que en este lugar las víctimas a las que asaltaban no tenían escapatoria.
Finalmente el sendero de la Vereda Jimena-Patriste los llevará hasta un descansadero junto a una venta en la que nos aguarda un merecido trofeo, y es que se trata ésta de una ruta bonita, a la par que complicada en la que más de uno cayó por el camino, aunque todos llegaron a la meta.
http://www.diariosur.es/prensa/20070521/gibraltar/deportes-paseo-kilometros_20070521.html
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