Las cefaleas pueden ser mucho más que un simple dolor de cabeza
¿Quién no ha sufrido alguna vez dolor de cabeza?
¿Quién no ha sufrido alguna vez dolor de cabeza?
Los datos señalan que todos, en mayor o menor medida, hemos padecido alguna vez este desagradable malestar que, para muchas personas, afecta negativamente a su vida social y laboral.
Cefalea, es un vocablo que proviene del griego y significa literalmente “dolor de cabeza” (cefalos- cabeza; algos-dolor) y engloba todos los dolores que se originan en el cráneo o la cara. Éste es el más frecuente entre todos los dolores crónicos. Es más, los estudios realizados al respecto señalan que el 95 por ciento de la población reconoce haber sufrido dolores de cabeza de mayor o menor intensidad alguna vez en su vida. Sin embargo, el problema se agrava cuando estos dolores se producen con cierta frecuencia e intensidad e impiden el desarrollo normal de las actividades profesionales, sociales y familiares, reduciendo con ello la calidad de vida de las personas afectadas, que en nuestro país, según los datos que maneja el Grupo de Estudio de Cefalea de la SEN (Sociedad Española de Neurología), asciende al 12'6 por ciento de la población. Pero, además, el problema de las cefaleas llega mucho más lejos. Y es que, en el ámbito nacional, la atención médica de estos pacientes, su tratamiento, el absentismo laboral que provoca y la pérdida de actividad en el trabajo son factores que cifran unas pérdidas económicas de 1.076 millones de euros anuales, según datos extraídos del informe sobre "El impacto sociosanitario de las enfermedades neurológicas en España", publicado en 2006 por la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas. A este respecto, se habla de dos grandes grupos de cefaleas teniendo en cuenta las causas que las provocan: cefaleas primarias y cefaleas secundarias. Es entre las primeras donde se encuentran los dos tipos de dolor de cabeza más comunes: las cefaleas de tensión y las migrañas.
Cefalea tensional, la más común
La cefalea de tensión es el tipo de dolor de cabeza más frecuente. Según los datos del Grupo de Trabajo de Cefaleas de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), hasta un 70 por ciento de la población española padece cefaleas tensionales, consistentes en dolores sordos y constantes a ambos lados de la cabeza o en los músculos del cuello. Este tipo de dolor puede ser episódico y durar desde 30 minutos a 7 días, y es más leve que el que padece un enfermo de migraña, patología que suele estar también acompaña de vómitos y mareos. También forma parte del grupo de cefaleas primarias la denominada cefalea en racimos o en acúmulos, que se caracteriza por un dolor muy intenso, de corta duración, localizado en un lado de la cabeza. En cuanto a las cefaleas denominadas secundarias, en ellas se engloban los dolores de cabeza que tienen que ver con trauma craneal o cervical, alteración vascular craneal o cervical, alteración intracraneal no vascular, abuso de sustancias o de privación de las mismas, infecciones, alteración de estructuras craneofaciales o alteraciones psiquiátricas. Una de las peores consecuencias que puede padecer un paciente con cefaleas es la cronificación de la enfermedad, algo que le ocurre al 5 por ciento de la población en general, y que, según estos enfermos, provoca una reducción de hasta el 50 por ciento de su calidad de vida. Y es que, una cefalea se considera crónica cuando existe dolor de cabeza durante más de 15 días al mes y durante más de 4 horas al día. Actualmente, existen una serie de factores que se asocian a la posibilidad de que una cefalea se convierta en crónica; consumo crónico de analgésicos, obesidad, predisposición genética, enfermedades del tiroides, hipertensión arterial, presencia de enfermedades alérgicas y el consumo de café.
Las mujeres, las más perjudicadas
Si bien los expertos señalan que las cefaleas no entienden de sexo, lo cierto es que la incidencia de esta patología es mucho mayor en mujeres que en hombres, algo que, en un porcentaje importante de los casos, está relacionado con el ciclo hormonal de la mujer. Y es que los dolores de cabeza suelen presentarse en las mujeres varios días antes de la llegada de la regla, o bien, durante el período menstrual. Hay mujeres que sufren los dolores de cabeza en la mitad del ciclo y en el momento de la ovulación ya que el nivel de estrógenos fluctúa durante todo el ciclo menstrual, y los dolores de cabeza están relacionados con la caída del nivel de estrógeno. Así, en la mayoría de las mujeres, las hormonas actúan como un precipitante del trastorno. Sin embargo, los expertos destacan que existen otros muchos factores implicados en el origen de las cefaleas, entre ellos, el cansancio, el estrés, una mala postura, o, incluso, la automedicación. En el caso del estrés, los expertos en medicina laboral señalan que afecta a cerca del 30 por ciento de los trabajadores europeos, y que todos ellos padecen cefalea, además de dolores musculares (en un 17 por ciento de los casos), enfermedades varias (un 20 por ciento), fatiga (un 13 por ciento) y dolor de espalda (un 30 por ciento).
¡Cuidado con la automedicación!
En cuanto al problema de la automedicación, los expertos destacan que ésta es una práctica común entre los enfermos de cefalea sin diagnosticar, y señalan que los fármacos mal suministrados dan al paciente una falsa sensación de seguridad porque les alivia temporalmente los dolores. Sin embargo, lo que hacen es crear una dependencia y provocar más dolor una vez que se pasa el efecto que, además, con cada nueva dosis dura menos. A este respecto, advierten que el principal problema que conlleva la automedicación es la cronificación de las cefaleas, puesto que el abuso de analgésicos condiciona, en muchos casos, que lo que era una cefalea puntual pase a ser un problema diario. Otros factores desencadenantes de cefaleas son los cambios en los horarios de comidas y sueño o los viajes, puesto que este tipo de situaciones suelen generar cuadros de ansiedad que se traducen en el temido dolor de cabeza. También los viajes en avión pueden producir dolores de cabeza similares a las cefaleas en racimos motivados en su mayoría, por los cambios de altitud durante el despegue o aterrizaje.
La importancia de un adecuado diagnóstico
A pesar de la alta prevalencia de enfermos, los estudios más recientes señalan que sólo un 32 por ciento de las personas que sufren dolores de cabeza acude al médico en busca de tratamiento, con lo que el 68 por ciento de los afectados restantes ni siquiera está diagnosticado. A este respecto, la Sociedad Española de Medicina General señala que éste es un hecho que consideran "inquietante", debido a que las cefaleas tensionales son las más infradiagnosticadas, ya que los enfermos no sienten la necesidad de acudir a un profesional. Por ello, los especialistas recuerdan que los afectados tienen que ser conscientes de que la cefalea puede tener solución si acuden a su médico de cabecera para poder lograr un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado al tipo de cefalea que se padece. En este sentido, señalan que una de las mayores trabas que existen a la hora de acudir al médico a causa de una cefalea tensional o una migraña es la creencia que existe entre la población de que se trata de simples dolores de cabeza que se pasan al día siguiente, cuando en realidad se trata de una enfermedad del sistema nervioso central que necesita de un tratamiento adecuado para evitar que se cronifique.
¿Se pueden prevenir las cefaleas?
Aunque la causa exacta que produce la cefalea no se conoce, hemos visto que el estilo de vida influye en su aparición, por lo que los expertos destacan la importancia de mantener unos hábitos saludables que ayuden a prevenirla. Así, señalan que llevar una dieta sana y equilibrada que contenga las cantidades adecuadas de vitaminas, minerales y otras sustancias nutritivas, puede representar una gran ayuda en la prevención de la cefalea. Además, es recomendable tomar las comidas de forma regular y a las horas previstas y no saltar ninguna. También es importante tener en cuenta que existen ciertas comidas o ingredientes pueden provocar dolor de cabeza, como son: alcohol, chocolate, queso, productos en conserva, frutos secos, plátanos, cítricos, café, té, y cola. Estos alimentos es mejor retirarlos de nuestra dieta. Como hemos visto, el estrés puede ser un factor desencadenante del dolor de cabeza. Para evitarlo dentro de lo posible, es aconsejable realizar ejercicios de relajación y respiraciones suaves y profundas que te ayuden a minimizar la tensión. Asimismo, los expertos aconsejan mantener un horario regular a la hora de dormir. También es beneficiosa la práctica de ejercicio físico con regularidad, ya que te ayuda a aliviar tensiones, así como evitar en lo posible las malas posturas, en especial, de cabeza y cuello.
Fecha de publicación: marzo 2007
Redacción Saludalia
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